lunes, 1 de diciembre de 2008

La mota de Polvo



Roma, ciudad monumental, cuna de la civilización occidental, una gran ciudad muy fotogénica.......

Día 1.- llegada a Fiumicino, se pronuncia “Fiumichiiiino”. Un tiempo magnifico para ser finales de noviembre, unos 10º centígrados y soleado a las 9 de la mañana. Llegamos al hotel y dejamos el equipaje, revisión de la cámara y salida por la ciudad. Después de seis horas disfrutando de la ciudad una gran cena y revisión de las fotos del día. No está mal, de las doscientas y pico fotos lo mismo hay una o dos aceptables, pero vamos, en mi media.

Día 2.- Amanece lloviendo ligeramente, la temperatura extraordinaria, después de desayunar, sobre las 8 de la mañana salimos a la calle a patearnos un poco más la ciudad. Al cabo de una hora, escampa y saco la cámara de la bolsa, empiezo a “afotar”, me estoy divirtiendo un montón, y lo mejor, mi mujer aún no me echa la bronca. La hago posar, la tengo esperando infinidad de minutos mientras saco una foto y no se queja, ¡¡ hay que aprovechar!!. A media mañana paramos a tomar un café y.... ¡¡¡oh sorpresa!!!, una extraña mancha negra en todas las fotos.

Cabreo monumental, había limpiado a conciencia el sensor antes de salir, no es normal que este sucio después de un día. Respiro hondo y desmonto el objetivo, levanto el espejo y la veo, en el centro mismo del sensor una mota de polvo del tamaño de un castillo,
.......¿cómo ha podido llegar hasta ahí?.....,

...saco la perilla y a soplar.....

la mota de polvo salió disparada, gracias a Dios.

En esta situaciones me acuerdo de mis maravillosas cámaras de carrete, casi todo se podía limpiar con un cepillito y una gamuza, además, se podían usar en casi todas las circunstancias.

En fin, me pongo a revisar todas las fotos y el descalabro afecta a una 100 tomas, lo bueno de Roma, es que en algunas de ellas no se diferencia si es un problema del sensor o es de los monumentos.......