miércoles, 1 de abril de 2009

Aquel Porsche Blanco (3)




=== YO ===
Lo prometido es deuda, pase por el banco y pague el Porsche a Carlos. Subí ante la mirada un tanto apesadumbrada del vendedor y cuando giré el contacto sentí el coche enteramente mío. ¡que delicia! Como sonaba el pequeño boxer de aquel coche. Empecé a sentirme rico, no solo en términos económicos, había logrado un sueño de mi infancia, era el feliz propietario de un Porsche “nueve once”.

Aun me quedaban unos días de vacaciones y decidí tomármelos para disfrutar un poco del coche. Llamé a Patricia, ella siempre dispone de días ya que trabaja para la administración, es inspectora de hacienda y tienen el privilegio de los “moscosos”, esos felices días de los funcionarios.

A Pati le convenció el plan enseguida, convine que la recogería en su casa al día siguiente y la rogué que trajese poco equipaje. Recuerdo cuando en marzo pasamos un fin de semana en Segovia en una casa rural y se trajo una maleta “Sansonite” como para un año en el desierto, las pasé putas para meter aquel maletón en el Volvo. Le pedí que trajera solo unos bañadores y algo de ropa ligera, ya que íbamos a un puerto deportivo cerca de Cádiz.

Amaneció un día precioso, aquella mañana de septiembre todavía hacia calor y mientras esperaba en casa de Pati ordene las cintas de música que había seleccionado para la ocasión, me pareció propio escuchar algo de “Queens”. A través del cristal delantero vi a Pati haciendo un esfuerzo por encontrarme en la calle, ella no sabia nada del coche y esperaba encontrarme en el Volvo desvencijado. La hice esperar un par de minutos y la grite desde el coche, su cara de sorpresa me hizo reír como hacia tiempo no ocurría.

Que personaje Patricia, no es especialmente guapa, aunque a mi me parezca casi la mujer perfecta, me parece muy sensual que sea inspectora de hacienda. Gracias a Dios había traído una pequeña maleta de las que llaman fin de semana. Pude colocarlo en el maletero delantero con algún problema.

Cuando arranque miré de reojo a Pati y aprecie que se moría de ganas de saber como había pagado el coche, ella sabia perfectamente mi situación financiera y me preguntó directamente si debía hacerme una inspección.

Puse dirección a la nacional 4 y encendí el equipo de música.

...x...

=== EL OTRO ===
La tripulación iba engranándose y acoplándose a los movimientos y reacciones del barco, llevaban dos días de regata y el rendimiento era muy bueno, Pascal había aceptado sus labores y nadie tenia queja alguna de sus actividad. Ciertamente sus cualidades empezaban a ser reconocidas entre sus compañeros, de mero lastre pasaron a aceptarlo como a uno mas. En su fuero interno, Pascual sentía que había vuelto a ganar, y esto le hacia esforzarse por encima de los demás.

El AustralTech navegaba a 9 nudos con vientos portantes, Pascual echo un vistazo a la amplia estela del barco mientras estaba sentado en la borda y pensó en su vida de éxitos empresariales y desgracias personales. Solo tenia unos momentos de paz en el barco cuando la travesía lo permitía y en ese momento sin saber porque se acordó de Susana, fue breve su relación que Pascual cortó cuando no le interesó seguir, pero sentía cierta añoranza, es cierto que esta sensación no se había producido nunca, casi porque nunca había tenido tiempo para pensar en su vida.

Susana era de esas mujeres que todo el mundo mira por la calle, algo basta pero muy, muy guapa. A Pascual le gustaba que la observaran cuando llegaban a los restaurantes de moda, o cuando en las comidas de directivos de la empresa cotilleaban las mujeres de los jefazos sobre sus modelitos. Se sentía poderoso. Luego a solas ninguno de los dos tenia mucho que contar, Pascual solo pensaba en su empresa mientras ella esperaba que formase parte de su vida. Un día simplemente la echó de su casa.

Habían pasado muchos momentos buenos, casi todos los fines de semana salían de viaje o acudían a fiestas, pero nunca llegaron a disfrutar solos. Había algo que mantenía una fría distancia entre los dos. Un grito le saco de la ensoñación, el barco trasluchó y mucho mar entró por la proa. La mar se estaba poniendo dura.

(contiruará)